martes, 14 de octubre de 2014

RECIBIR A LOS PADRES EN EL AULA



Es curioso observar como reciben los niños a los padres en el aula. Después de pasar un largo día sin ellos, hasta yo misma me sorprendo con la naturalidad que los niños difuminan ese recibimiento siguiendo con su juego y enseñando un juguete a los padres cuendo llegan a buscarlo.  Otros, los más sensibles reciben a sus papás llorando y les verbalizo el sentimiento y les ayudo a que lo hagan con alegría, sonriendo.  Sea el caso que sea, siempre les animo a que los reciban con amor, y siempre lo consigo, pero no siempre es interpretado bien por los padres.


La mayoría de las veces, los niños reciben a sus padres corriendo hacia ellos con un juguete en la mano, para enseñárselo, muy lejos de lo que los padres esperan de ese momento. 



 (Oriol recibe a su mamá con un juguete que ha tenido todo el día, ella  sonríe sorprendida pero feliz).

Pero si os explico por qué lo hacen, seguro que os gustará más esa acción, veréis:


Hasta los 3 años, el niño no siente esos abrazos y esos besos como algo tan bueno como para vosotros. Los padres creen  que  besando al niño le manifiestan su amor y que el niño al besarlos les manifiesta el suyo. Pues no, eso es un ritual que os habéis inventado vosotros, o la sociedad, y se lo estáis imponiendo. Él lo soporta y se resigna a los achuchones de la familia cuando llegan. Pensad que el niño manifiesta su amor llevándole los juguetes que tiene en el aula, llevándole el que más le gusta. En ese momento, debéis alegraros y decidle:

”Estoy contenta de volver a verte”, y refiriéndose al objeto que le ha traído:

”Ah! Pero qué bonito es! me alegra mucho de que me lo hayas traído, ya veo que aquí tienes muchas cosas que nos pueden gustar”. Ese es el mejor saludo que un padre o una madre puede hacerle a un hijo que en vez de echarse en sus brazos y besarlo, le trae un juguete.

 (Los reencuentros en casa suelen ser mas directos, no hay juguetes de por medio, pero aquí a pesar de todo, Alan se resiste)
 
Recordad:
Manifestar el amor besando es muy bonito, pero debéis darle tiempo a que él también lo necesite.  Disfrutad de su demostración observando y valorando lo que os enseña. Los juguetes le han acompañado durante todo el día mientras vosotros estabáis fuera. Mirado así...es bonito ¿no creeis?.

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