Una vez una amiga algo mayor que yo me dijo: ”las palabras
son gratis Núria, no creas todo lo que te dice la gente!”. Me gustó pensar que era cierto, las palabras
son gratis, y una palabra dicha por un
chico que te gusta, o una persona importante en tu vida, puede tener una repercusión importante.
Lo mismo pasa con los niños, cuando tienen un cierto dominio
del lenguaje, las palabras nuevas tiene una atracción peculiar, y debemos aprovecharnos de ello, por
eso en el aula trabajo “Las palabras nuevas” cada semana con los niños que
comunican verbalmente, de esa manera los que todavía no se han iniciado
aprenden de los mayores y se sienten motivados también. Todos salen ganando.
El ejercicio es muy sencillo, elijo cada semana 5 o 6 elementos cotidianos y los presento
encima de la mesa. Los objetos tiene que ser atractivos, muchas veces objetos
que siempre ven, pero que nunca los adultos les dejamos tocar por miedo a que
se hagan daño.
- Dejo que los observen y pregunto al grupo si lo han visto alguna vez, de esa manera me dicen el nombre si que yo lo pregunte directamente.
- Después dejo que lo toquen, que los oberven de cerca hasta el infinito.
- Finalmente elijo un objeto, lo enseño, digo su nombre bien claro, y ellos lo repiten en voz alta.
De esa manera van ampliando vocabulario, cada dia les repito el nombre, y cada semana cambio de objetos.
¡Os animo a realizarlo en casa!. En casa es muy divertido. Durante la semana podéis ir recopilando objetos con nombres peculiares y ofrecerlos el fin de semana. Descubriréis cómo triplican el vocabulario de una manera asombrosa, ¡porque una de las cosas más divertidas es recordar los ya han aprendido!