domingo, 30 de marzo de 2014

LA CAJA DE TEXTURAS


A mi siempre me ha gustado tocar texturas, y ¡oler papel!. Es un poco peligroso, porque mientras hablas con alguien, estas tentada a tocarle la chaqueta de lana, la piel de conejo del abrigo, el bolso de satén, los botones de nácar... por eso esta actividad que hoy os propongo me resulta tan bonita, fácil de hacer ¡y muy relajante para los niños!. Tan solo tenéis que encontrar por casa diferentes papeles que os gusten de texturas: suaves, rugosas, sedosas, duras, ásperas...
En la escuela trabajamos La caja de Texturas desde los 15 meses hasta bien grandes te la siguen pidiendo tocar. 
Con esta actividad al niño le permite desarrollar el tacto, le despierta los sentidos.


Aquí tenéis algunas de mis texturas:

 

Cada año creo que las voy mejorando; papel de lija, papel de pinocho, papel de aluminio, arena de la playa, plástico, papel de seda....

Aquí tenéis a Erik, disfrutando de las texturas:

 (aquí tenéis a Erik, un niño maravilloso siempre abierto a colaborar para mi blog)


 Observa, toca y compara. Le motiva a expresarse y desarrolla lenguaje. También hay niños que clasifican y eso me da fuerza y ganas de seguir buscando texturas diferentes, me gusta sorprenderlos.

Ahora os muestro mi caja de texturas, como podéis ver es muy sencilla:



Os animo a que hagáis vuestra caja de texturas maravillosa, solo tenéis que pegarlas en un soporte duro, yo os aconsejo madera, os quedará muy resistente y muy manipulable y agradable para el tacto de los niños!

lunes, 24 de marzo de 2014

LA PIEDRA ROJA


Adoro las cosas que encuentro por  la playa; las conchas, las algas, las piedras…sobre todo las piedras aunque fuera del agua pierden su color, tan brillante que tanto me gustan.
 Hace unos años fui a veranear a Biarritz y encontré algunas piedras preciosas que quise conservar para los niños. 

 Después empezamos a coleccionar en el aula piedras bonitas que todos mirábamos, acariciábamos, olíamos, todas ellas muy planas y muy bonitas.  Inventé  entonces un juego muy divertido para el aula de 1 año.

El juego consiste:


En poner todas las piedras en un recipiente, pintar una de ellas de color rojo,  enterrarla entre las otras y encontrarla.


(estas son algunas de mis piedras)

 Las piedras tienen que ser un poquito grandes, pero que las puedan coger con una mano.

 

(Primero dejo que las observen tanto como quieran)

Pueden jugar a partir de 12 meses solo que unos observan y aprenden y otros los más aventajados ¡actúan!

(Se inician en el juego cautelosos)
                             
                                           

(Aquí está Eloi encontrando la piedra, la primera vez que la encuentran siempre causa expectación)

En la escuela unos aprenden de los otros y siempre sorprende algún niño que piensas que no se hará con el   juego y después no es así!
 
Como podéis ver solo se trata de coleccionar piedras bonitas que os gusten, elegidas con vuestros niños en la playa o en el rio. Animar al niño a que la encuentre con vuestra ayuda  las primeras veces.

lunes, 17 de marzo de 2014

LOS SACOS DUPLICADOS



Si queréis crear material sensorial para vuestros niños, debéis preguntaros qué es lo que queréis que aprendan,  qué es lo que quieres conseguir, es importante saber  la finalidad para darle sentido, entonces encuentras la manera de crear el material y de llegar a ese aprendizaje,¡es muy fácil!.


Hace unos años compré  un baul  de cartón, que me pareció perfecto  para guardar material para los niños y decidí crear un juego, para niños a partir de los 2 años. Un juego que les hiciera pensar y concentrarse sin que nadie lo pidiera, un juego  donde ellos mismos exploraran  y sobre todo desarrollaran el tacto.



(este es el baul donde guardo el material de este juego; los sacos y los elementos)

 El juego consiste en poner en dos saquitos idénticos  el mismo material.
 

(los sacos los cosí redondos, sin puntas, para que ningún elemento pudiera quedar discriminado)


(podéis poner 6 o 7 elementos según la edad de los niños, a más edad...más elementos!)

 Uno de los niños saca un elemento y se lo enseña al otro, el otro niño lo mira, lo observa pero no lo puede tocar, debe encontrar el mismo elemento en su saco sin mirar dentro, encontrándolo por el tacto, según le parezca. Los niños se quedan esperando, se dan un tiempo maravilloso entre ellos y si logran sacar el mismo, lo emparejan satisfechos.

(esta es Núria jugando con su prima )

¡Me gusta ver como trabajan sus sentidos con este juego, les aporta muchas satisfacciones!:

- El aprendizaje es reforzado a través de la repetición de la actividad.
 - Sobre todo es voluntario, y ponen ellos su tiempo de espera.
- Aprenden de sus propios errores a través de la visión y el tacto.
- Juegan el tiempo que quieren y con quien quieren.

Siempre elijo material que creo que le va aportar algo en la exploración, aquí tenéis parte de mi material:


 Es importante que el material sea de diferentes tactos, y que algunos varíen en el tamaño pero no en la forma, como las piñas. Elegir materiales de diferente tacto es muy importante  para poder sorprender a vuestros niños.

No tengáis prisa en acabar el material que invetéis, es mejor tardar un poco y ofrecerlo con la satisfacción de saber que está bien pensado, con los materiales más bonitos que habéis podido encontrar. 
¡Si es atractivo para vosotros el doble lo será para ellos!

lunes, 10 de marzo de 2014

CREER EN LA HABILIDAD DEL NIÑO

Estoy segura que muchas veces dejáis de hacer cosas por miedo a que vuestros niños se hagan daño. En la escuela no nos da miedo nada, por eso, si hacemos una salida la disfrutamos sin el miedo a que se puedan hacer daño, porque creemos en la habilidad de nuestros niños.  Si salimos al patio dejamos que experimenten cómo subir y bajar sin hacerse daño, unas veces lo consiguen, otras….no tanto, y hay algún lloro en el aprendizaje.


La mayoria de las veces estropeáis sin pretenderlo una acción bonita de conquista, trasmitiéndole vuestro miedo. Tenéis un sentido protector que no dejáis que pueda desarrollar sus capacidades motoras,  inculcando  miedo en su autonomía:

“ te vas a caer”
 “no subas más arriba”
 “vas a resbalar”
 “cógeme para que no caigas”
 “siempre tropiezas, baja de ahí”
 “te vas a hacer daño”


Con este sentido protector no damos al niño la libertad que necesita y quiere, más bien el niño teme por nosotros, por nuestro sufrimiento y tampoco disfruta, y cuando los papás no dicen nada…..¡ pagan con la cara!. 



El niño necesita arriesgar, tiene que  probarse a sí mismo, necesita:

  - sentir que supera un obstáculo que otro día no pudo 
  - se siente orgulloso de sí mismo 
  - saber de sus posibilidades 
  - superar miedos y tener la agradable sensación de  libertad, y hacerse valiente.

 

 Pero para eso habrá que dejar que arriesgue. Muchas veces es cierto que los niños corren riesgos innecesarios, pero lo necesitan,  y tenéis  que correr el riesgo muchas veces y sopesar un pequeño accidente antes de vuestra intervención…..¡¡¡¡bajaaaaa de ahíiiii!!!.


Hay que alertar  del  peligro, pero no anticiparos con gestos o actitudes. Cuando os déis cuenta de que algo tenéis que hacer o decir porque de no intervenir  os va a dar un ataque de algo pánico, podéis darle otro mensaje mucho más enriquecedor:

cógete fuerte, podrías caer”
“ahora al llegar arriba vuelve a cogerte igual para girar”
“sube con las dos manos”
“ves deslizándote despacio…”.




   Dice mi amiga Xell que los niños hasta los 5 años son más angeles que niños y que por eso siempre salen de las situaciones de peligro airosos...seguramente es cierto,  pero lo que sí que  es cierto, lo que sí es seguro, es que todos los niños tienen un angelito que les protege, ¡de eso doy fe cada dia en la escuela!.


domingo, 2 de marzo de 2014

FAVORECER EL LENGUAJE

Una de las cosas más bonitas de trabajar con niños, son sus conversaciones, me divierte observar y ver cómo el niño pretende  mantener un dialogo y se esfuerza en mantener nuestra atencion. Reconozco que soy experta en descifrar el lenguaje monosílabo de los niños, lenguaje que solo entienden sus papás y yo, porque me dedico a escuchar con ganas, cotilla que soy ¡¡y cuando uno escucha con ganas lo entiende todo!!.

Aprender a pensar es aprender a hablar y hay actividades que les motiva a pensar, y yo hago una actividad que les crea mucha expectación, se trata de :

"Hablar de cuando nosotros, los adultos, eramos pequeños".

Si la observación es directa es mucho mejor, entonces saco una caja de madera ¡¡con mis fotos favoritas!!. El éxito lo tengo asegurado.



(estas son mis fotos reales)

Hay una reacción espontánea que siempre me divierte:

Tocan, observan, se pelean un poquito porque todos quieren ver  la misma, y hacen preguntas:

- ¿tu mamá se enfadaba cuando no comías?
- ¿tenías una mochila de la kitty?
- ¿jugabas en el patio con las piedras?
- ¿te mojabas con el agua?

Voy contestando a sus preguntas y  con ese interés van creando empatía y opinan sobre algunos temas que voy creando, me escuchan atentos y les hago ver las diferentes maneras de hacer las cosas, y recordarles cosas que hacen ellos y cómo las hacen. 

Hablar de cuando eramos pequeños con foto genera conversación y provocamos desarrollar:

- El lenguaje metafórico, es decir, a interpretar las frases no de una manera literal:

"me quedé helada" "lo dejé como los chorros del oro" "como pez en el agua" "estaba muerta de sed"....

- El niño reflexiona sobre nuestras ideas y las suyas (le hace pensar).

- Reordena su pensamiento al ver lo que le enseñamos e interpreta lo que le explicamos.




No olvidéis  que para que esta actividad sea provechosa debéis ajustar vuestro discurso a su entendiemiento y requiere ganas de escuchar, ¡tantas ganas como yo! solo de esa manera despertaremos su curiosidad y desarrollará su pensamiento y así....su lenguaje.