La mayoria de las veces estropeáis sin pretenderlo una acción bonita de conquista, trasmitiéndole vuestro miedo. Tenéis un sentido protector
que no dejáis que pueda desarrollar sus capacidades motoras, inculcando miedo en su autonomía:
“ te vas a caer”
“no subas más arriba”
“vas a resbalar”
“cógeme para que no caigas”
“siempre tropiezas, baja de ahí”
“te vas a hacer daño”
Con este sentido protector no damos al niño la libertad que necesita y quiere, más bien el niño teme por nosotros, por nuestro sufrimiento y tampoco disfruta, y cuando los papás no dicen nada…..¡ pagan con la cara!.
El niño necesita arriesgar, tiene que probarse a sí mismo, necesita:
- sentir
que supera un obstáculo que otro día no pudo
- se siente
orgulloso de sí mismo
- saber de sus posibilidades
- superar miedos y tener la agradable sensación de libertad, y hacerse valiente.
- superar miedos y tener la agradable sensación de libertad, y hacerse valiente.
Pero para eso habrá
que dejar que arriesgue. Muchas veces es cierto que los niños corren riesgos
innecesarios, pero lo necesitan, y tenéis
que correr el riesgo muchas veces y
sopesar un pequeño accidente antes de vuestra intervención…..¡¡¡¡bajaaaaa de
ahíiiii!!!.
Hay que alertar del peligro, pero no anticiparos con gestos o
actitudes. Cuando os déis cuenta de que algo tenéis que hacer o decir porque de
no intervenir os va a dar un ataque de algo
pánico, podéis darle otro mensaje mucho más enriquecedor:
“cógete fuerte, podrías caer”
“cógete fuerte, podrías caer”
“ahora al llegar arriba vuelve a cogerte igual
para girar”
“sube con las dos manos”
“ves deslizándote despacio…”.
Dice mi amiga Xell que los niños hasta los 5 años son más angeles que niños y que por eso siempre salen de las situaciones de peligro airosos...seguramente es cierto, pero lo que sí que es cierto, lo que sí es seguro, es que todos los niños tienen un angelito que les protege, ¡de eso doy fe cada dia en la escuela!.
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