lunes, 28 de abril de 2014

           JUGAR NO ES TAREA FÁCIL
Cada vez me gusta más provocar la risa de mis niños en el aula. Uno de los sonidos más especiales es la risa constante de ellos alrededor mío.  Digo cosas acompañadas de gestos y revolotean a mi alrededor ¡como provocándome, es un juego!. Al final acabo haciendo fotos y riendo con ellos. 

                               (Aquí tenéis a Laia y Carla en el aula riendo conmigo).


 Todos habéis oído hablar de la importancia que tiene el juego en el niño; desarrolla un bienestar físico, social y emocional, pero lo mejor de todo es que  el juego libre, os ofrece a los padres una oportunidad única de complicidad y de crear lazos afectivos, pero el cansancio os supera a todos al final del día, lo sé, y no siempre estáis dispuestos a jugar. Lo sé, porque los padres me lo explicáis.
 


Pero no creo que jugar con las  muñecas,  con coches o animales de plástico sea el único  juego que pueda crear unión e interacción entre padres e hijos .  Para jugar con vuestro niño al llegar a casa hay simplemente querer sentir la emoción de estar a su lado sin pretender que el juego sea de "algo", simplemente ganas de tomar contacto con él.
 
Os propongo:


 Jugar  a escuchar las historias que os cuentan . Muchas veces no hace falta que opinéis, tan solo os piden complicidad y vuestra mirada atenta llena de interés.

Tenéis que saber que en los primeros 3 años de vida el niño prefiere el juego de fantasía. El mejor juego será aquél que os haga mantener la sonrisa a los dos.
  
Dadle tiempo para centrarse en su juego, vosotros podéis estar a su lado acompañándolo y mostrando interés.

Sacad algún pequeño objeto que teníais guardado, os dará armas para poder fantasear y compartir juegos imaginativos.


Ser espontáneos en vuestras expresiones. No hace falta hacer nada en concreto. El niño se inicia en el mundo a partir del juego compartido sin ser necesario ninguna finalidad en concreto.


Ofrecerle la emoción de vivir especial lo cotidiano; vivir la oscuridad con misterio…la fantasía de lo que puede suceder al día siguiente...etc.



Los padres cada vez queréis aprovechar más el poco tiempo que tenéis con vuestro niño,  por eso os propongo el juego libre, aquél que os permite no tener durada, ni normas, aquél que las reglas se improvisan, porque lo importante es estar juntos.

Recordad que en el juego es muy importante; la emoción, la complicidad, pero sobre todo...hagámos lo que hagámos con nuestros niños seguro que lo pasarémos bien, ¡a mi en el aula, también me pasa!.



 

lunes, 21 de abril de 2014

TE DIGO "NO", PORQUE TE QUIERO.

Te digo "no", porque te quiero,  tendría que ser el pensamiento que deberíais tener cada vez que os sabe mal decir "no" a vuestro hijo. En la escuela, decimos "no", como vosotros pero multiplicado por 18 o 20 niños ¡y nos queremos y reímos igual!.

Dar seguridad afectiva, en el aula, les ayuda a entender que es imprescindible que deje de hacer algo, y por eso le dices "no", pero no le podemos aliviar esa frustación que le ayudará a crecer. Solo podemos sonreírle e intentar tomar contacto con él (a veces el enfado del niño no nos lo permite) cogerle la mano o una caricia en la cara y poner palabras a la situación; expresar sus necesidades que son incompatibles con lo que deseaba hacer.





Para los padres es más difícil poner límites a una acción que nos os gusta que no es correcta, da la sensación de crear una mala relación ¿verdad? pero si vuestra actitud es estable y coherente no debéis tener miedo a decir "no"

Un objetivo importante en la escuela es el de hacer personas, sanas, autónomas, solidárias y responsables de sus actos, responsables, porque toda acción en la vida tiene una repercusión, y aunque sean pequeños en su medida, también la tiene.


 

El pensamiento que debéis tomar es el siguiente:

Él no sabe lo que le conviene, es un niño.
Le estáis enseñando las normas de una convivencia.
Todo tiene una consecuencia, y la decisión que iba a tomar no hubiera resultado buena.
Le puedes acompañar en su frustación pero no aliviarle.
No se puede hacer daño, ni perjudicar a los demás.
Los padres sois modelos de valores y justicia, y tal como os vean irán aprendiendo a actuar.

Confiad en vosotros, en vuestra visión de las cosas, no dejéis que un niño os diga cómo debéis actuar ¡él es tan solo un aprendíz, un pricipiante!

lunes, 14 de abril de 2014

¡ME ESCONDO DE TÍ!

Aún recuerdo el placer de esconderme durante mi niñez. Todavía recuerdo oír mi nombre en boca de los adultos  por todas partes y yo escondida en silencio ¡sin mediar palabra!. 
El hecho de sentirse buscado, de ser importante para la persona adulta, reafirma en la propia independencia del niño.
Una sensación muy sabia, porque la espera de ser encontrados , genera una enorme impaciencia y una emoción contenída maravillosa. 

Tenéis que saber que es innato de los niños esconderse de la mirada de los adultos.

Cualquier lugar es bueno...sobre todo en el patio, he llegado a sentirme relativamente sola ¡todos escondídos huyendo de mi mirada!. Se quedan aquellos que no han encontrado cobijo o aún no han tenido "el gusanillo" de esconderse para reafirmar su independencia.

En la escuela proporciono cajas de cartón durante un mes, despues pierde interés y las hago desaparecer. 


Aquí tenéis una de las cajas sorpresa de mi aula:


                                                       ( ¡os estabamos  buscando! )

                                                (¡Aquí no! - le dicen a Gerard)


Puede parecer que hay descontrol, pero no. Cuando planteo la actividad de la mañana, les pregunto si desean jugar a las "cajas sorpresa", y esa es la actividad del día.

¡Os animo con las cajas en casa! esta actividad a vuestros niños les encantará, tan solo depende de las ganas que tengáis de elaborarlas. Aquí tenéis algunas cajas que he encontrado preciosas para elaborar en compañia de los niños .



 Como podéis observar la decoración de las cajas pueden ser un buen recurso de distracción para los niños; hablar con ellos, planificar el color y recortar juntos puede ser una actividad muy buena ¡para estos días de vacaciones!.

Feliz Pascua!


lunes, 7 de abril de 2014

LA MADRE PERFECTA.

Este articulo es para  las madres que piensan que no son perfectas, pero que les gustaría serlo...

Una madre perfecta sabe que no hay madres perfectas ni de lejos. Una madre perfecta descubre que no hay edad, hora momento concreto para empezar a educar, se da cuenta que se hace desde el principio. Una madre perfecta sabe que no hay hijos perfectos y que todos tienen un poco de todo. Una madre perfecta sabe que poner límites y hacer que la respeten es un acto de amor. Una madre perfecta aprende a confiar en sus posibilidades para educar y en las capacidades de su hijo para aprender. Una madre perfecta aprende a aceptar sus limitaciones y sus errores y aprende de su experiencia. Una madre perfecta sabe que la teoria es muy bonita y fácil de entender pero que la realidad es otra cosa bien diferente. Una madre perfecta asume la educación de su hijo como un reto, no como como un problema. Una madre perfecta sufre estrés, dudas, frustación y hasta angustia. Una madre perfecta sabe diferenciar sus necesidades de las de su hijo. Una madre perfecta sabe que no puede mantener contento a todo el mundo; pareja, abuela, hermanos, etc. Una madre perfecta aprende a encontrar un espacio para sí misma, sale al cine, escucha música, roba tiempo para los amigos,  trata de escuchar de sí misma lo que le apetece hacer e intenta no sentirse culpable de todo eso. Una madre perfecta intenta relacionarse con ella y su hijo con sentido del humor. Una madre perfecta enseña a su hijo a volar y le deja volar sonriendo. Una madre perfecta da a su hijo las herramientas para que sea una persona adulta sana  libre con ganas de de vivir. Una madre perfecta no esconde su tristeza,  su cansancio, decepción o enfado, pero tampoco hace un drama de ello. Una madre perfecta sabe que comparte las angustia con las otras madres del mundo, para todas es igual. Una madre perfecta no espera que nadie le diga lo que tiene que hacer, pero a veces busca consejos y los acepta. Una madre perfecta sabe que ha de encontrar tiempo para reflexionar y compartir dudas y preguntas con otras personas adultas. Una madre perfecta sabe que la autoridad se pierde fácilmente y que cuesta recuperarla. Una madre perfecta acepta que no es perfecta, pero tampoco pretende serlo. Una madre perfecta sabe que hay cosas que no las puede delegar a nadie. Una madre perfecta sabe que no hay maestras perfectas, también sabe que si de verdad quiere ayudar a su hijo, la maestra puede ser una buena aliada. Una madre perfecta sabe ser contundente, flexible y tierna a la vez. Una madre perfecta sabe decir "no lo sé" como respuesta sin que le de verguenza. Una madre perfecta sabe que la educación es una combinación de paciencia, exigencia, y ternura a la vez. Una madre perfecta sabe que tiene sus motivos cuando pide alguna cosa a su hijo, pero sabe que su hijo también tiene los suyos cuando este le pide algo. Una madre perfecta lee estas ideas con sentido crítico, y las adapta a su experiencia, sensibilidad e inteligencia.


Gracias a Vladimir Reinhartdt, coordinador de la escuela de Padres de la FaPac, por este fabuloso articulo, que ha ayudado a tantas madres en mi aula.