Es fundamental saber si tu hijo te entiende cuando le hablas para que te pueda obedecer. Muchas veces los niños entre 15 meses y 3 años, cuando no obedecen, cuando no hacen lo que los adultos queréis, es porque no os entienden, porque no especificáis qué queréis que haga.
Si él pudiera expresarse mejor, si tuviera tu vocabulario te lo diría él mismo: "no entiendo lo que quieres que haga exactamente". Pero se mueve como una veleta para un lado y otro y parece que no es escuchan ¿verdad?.
Cuando en la escuela indicamos lo que vamos a hacer, nos dirijimos a ellos mirándoles a los ojos diciendo lo que queremos que hagan de una manera breve, con palabras sencillas, especificando qué queremos que hagan concretamente.
Por ejemplo:
Salimos a visitar una granja escuela y queremos que vayan cogidos, uno detrás del otro y que no se suelten durante la visita, les decimos antes, justo antes de salir "iremos cogidos en trenecito y nadie, nadie se soltará".
Cuando están caminando les vamos recordando "nadie se sueltaaa". Vamos recordando cómo queremos que sea su comportamiento.
Cuando decimos a un niño "portate bien", no es suficiente, tenéis que especificar qué esperáis que haga, cómo queréis que sea su comportamiento.
Ejemplo:
Vais a ir de visita a casa de tia Cris, no queréis que Pere corra por el pasillo ni que coja el teléfono para jugar.
Actuación:
Tendremos que agacharnos para que nos mire a los ojos y le diremos con voz contundente pero serena:
"Pere, vamos a ir de visita a casa de tia Cris, no quiero que corras por el pasillo ni que cojas el teléfono" (después os aseguraréis de que lo haya entendido preguntándole).
"¿me has entendido Pere?".
Debéis nombrar todas las cosas que no queréis que haga. TODAS.
Debéis nombrar todas las cosas que no queréis que haga. TODAS.
Antes de entrar en la casa, se volveréis a recordar :
"recuerda Pere lo que te he dicho". A medida que pasa el tiempo en la casa de visita, si parece que se distrae con lo que habíamos hablado se lo vamos recordando "recuerda lo que te he dicho,¿vale?". Con voz rígida pero cercana.
A medida que el niño actúa tendréis que ir felicitándolo:
"Te estás portando muy bien Pere, estoy muy contenta". Entonces hay que decirlo: "portando", cuando su comportamiento es el que esperábamos. Al salir de la casa de tia Cris, Pere merece un abrazo (no habrá ni golosinas ni premios materiales).
Lo mejor de portarse bien, es que despierta empatía, te importan los sentimientos de los demás.
En las siguientes salidas antes de salir de casa le preguntaremos sonriendo al niño cómo cree él que debe ser su comportamiento en el lugar que vayamos a ir para que todo el mundo quiera estar con él. Seguramente él solo encontrará la respuesta, sabe ya perfectamente lo que no gusta y no debe hacer.
(Aquí Núria preguntándome si estoy contenta el dia de su cumpleaños, le importan mis sentimientos, quiere que yo también este contenta como ella).
Recordad que cuando un niño se porta bien, debemos buscar su mirada en el momento, aunque sea de lejos para felicitarlo y decirle verbalmente que estamos muy orgullosos de él.
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